La primera ventaja es de carácter técnico, ligada a la diferente resistencia de los dos tipos de materiales. De hecho, el parquet de madera es más propenso a desgastarse con el tiempo, especialmente en ambientes más sujetos al tránsito peatonal o que tienen un mayor nivel de humedad.

Con el gres porcelánico, en cambio, tendrás una garantía de mayor durabilidad y, al elegirlo con efecto madera, te dará el mismo impacto visual que un parquet. Luego está el tema del mantenimiento que, para la madera natural, es fundamental y debe ser muy meticuloso; de lo contrario, de hecho, todos los puntos débiles comenzarán a saltar al ojo, incluida cualquier hinchazón.

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El uso de aceites, ceras y suavizantes forman parte de los tratamientos ordinarios y periódicos de un parquet. Sin embargo, para el gres porcelánico no se requiere ningún mantenimiento especial. Al ser un material casi vítreo, no absorbe ninguna sustancia y, en consecuencia, no mancha ni decolora. Estas características lo hacen ideal para pisos o paredes, tanto internas como externas.

También hay una diferencia de costo significativa entre los dos materiales. El gres porcelánico efecto madera es sin duda una solución más económica que el parquet. En definitiva, si sabes que no tienes mucho tiempo para dedicar al cuidado de un parquet de madera natural, entonces te recomendamos encarecidamente que optes por una alternativa más manejable para tus necesidades, que es un gres porcelánico efecto madera.